Padecer diabetes y no cuidarse puede traer consecuencias de diferentes tipos; desde insuficiencias renales, hasta ceguera o daños al corazón. Mantener estables los niveles de azúcar en la sangre (glucosa) contribuye a prevenir o atrasar las complicaciones propias de la enfermedad.


Es importante crear un plan para el cuidado de este padecimiento de la mano del médico tratante, que consiste en un plan de alimentación y ejercicio adecuados; y, si es el caso, tomar en cuenta los medicamentos que consumes.

Debes tener un control de glucosa si eres una persona que padece de diabetes y si:

· Necesitas insulina o tomas medicamento para la Diabetes.

· Te estás sometiendo a una terapia intensiva de insulina.

· Estás embarazada.

· Te resulta muy difícil medir los niveles de glucosa en la sangre.

· Tienes niveles de glucosa en la sangre bajos o tienes cetonas debido a niveles de glucosa en la sangre altos.

· Tienes niveles bajos de glucosa en la sangre, pero sin las señales de advertencia usuales.

Tú mismo puedes hacer la medición de glucosa en la sangre, con orientación de tu médico. Puedes hacerlo en cualquier momento y debes mantener un registro en una libreta para analizarlo junto al especialista y conocer la respuesta de tu organismo a los cuidados que le das, lo que funciona y lo que no funciona.

Como hemos mencionado, tus niveles de glucosa deben acercarse lo más posible al promedio. Puedes ver los datos de glucemia y lípidos ideales a los que debes acercarte con tu plan de salud.

Control de la glucemia

·       A1C: < 7,0%

·       Glucosa pre-prandial (en ayunas): 
        70–130 mg/dl (5,0-7,2 mmol/l)

·       Glucosa post-prandial (después de comer): 
        < 180 mg/dl  (< 10,0 mmol/l)

·       Presión arterial: 
        < 130/80 mmHg

Lípidos

·       Colesterol LDL: 
        < 100 mg/dl (< 2,6 mmol/l)

·       Triglicéridos: 
        < 150 mg/dl (< 1,7 mmol/l)

·       Colesterol HDL: 
        > 40 mg/dl (> 1,1 mmol/l)

¿Cómo medir la glucosa en sangre?

    Se necesita un glucómetro o medidor de glucosa, lancetas y tiras reactivas de glucosa. Estas suponen un método muy eficaz para conocer los desequilibrios y las descompensaciones agudas que pueden llegar a sufrir las personas con diabetes.

    Tienes que pincharte el dedo de la mano, en la zona de la yema del dedo más próxima a la uña (previamente lavada con agua y jabón), con la lanceta para extraer una gota de sangre. Con algunos medidores, también puedes utilizar el antebrazo, el muslo o una parte carnosa de la mano. Posteriormente colocas la muestra de sangre en una tira reactiva y, a través del glucómetro, podrás ver tus resultados.

    Puede haber errores o malas mediciones, así que toma en cuenta que:

      · El medidor no esté sucio.

      · Las tiras reactivas estén guardadas en un lugar fresco y sin húmedad para evitar su descomposición.

      · El medidor debe estar calibrado.

      · La gota de sangre no debe ser muy pequeña.

      · Revisar la caducidad de las tiras reactivas y no utilizarlas si están caducadas.

      La recomendación sobre la medición de tus niveles de glucosa debe ser individual, así como el número de mediciones ya que deberá adecuarse en función a tu edad, del tipo de diabetes, de tu estilo de vida, tratamiento y metabolismo. Tu médico debe ayudarte a saber cuál es el glucómetro correcto para ti y apoyarte para que, con el tiempo, puedas medirte la glucosa de forma correcta tu solo.

      Bibliografía

      http://archives.diabetes.org/es/vivir-con-diabetes/tratamiento-y-cuidado/el-control-de-la-glucosa-en-la-sangre/cmo-medir-la-glucosa-en-la.html

      http://fmdiabetes.org/medidores-diabetes/

      https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes

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