¿Realmente estamos comiendo sano? / Por una alimentación consciente Tener conocimiento sobre cómo actúa la diabetes y tomar las medidas adecuadas, puede hacer la diferencia para tomar el control e incluso prevenir el padecimiento. Existe mucha información alrededor de este tema, pero no siempre es correcta, sobre todo en los alimentos que se pueden llegar a comer, lo que genera ideas equivocadas e incluso soluciones falsas que se arraigan rápidamente en la gente.


Con el paso del tiempo se han creado mitos alrededor de los alimentos que se consumen día a día, tales como “la diabetes es ocasionada por comer mucha azúcar”. Esto es falso, si bien seguir una dieta alta en azúcares y alimentos procesados es poco saludable y puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en las personas, en realidad por sí misma no genera casos de diabetes tipo 1 o tipo 2.

Es por ello que un gran paso para prevenir o tomar el control de la diabetes es tener una alimentación saludable, según los requerimientos de cada persona. Pero primero hay que evitar errores comunes generados por los grandes mitos que existen, posiblemente conozcas algunos y hayas creído que son ciertos.

Te dejamos un par de ejemplos:

El jugo de naranja evita resfriados. Esto no es cierto, aunque aumenta las defensas del cuerpo por las propiedades que tiene la vitamina C. Este debe ser natural, además de tomarse recién hecho, ya que pierde sus propiedades rápidamente al exponerse al aire y calor del ambiente.

Y aun cumpliendo con dichas condiciones, no debe ser tomado pues el índice glucémico es muy parecido al de un refresco. Por lo que sería más prudente comer una pieza de fruta directamente, ya que la fibra que contiene puede ayudarte en otros aspectos.

Un alimento integral es más sano que su versión no integral. La realidad, es que contienen las mismas calorías, únicamente por tener una mayor cantidad de fibra y minerales producen un aumento de la saciedad y por lo tanto disminuye nuestro apetito. Sin embargo, puedes estar engañándote al comer barritas de cereal, pues, aunque tenga grasas saludables proveniente de los frutos secos que contienen, también contienen una gran cantidad de grasas saturadas.

Entonces… ¿ingerir grasas no es sano? Por el contrario, las grasas son parte fundamental de nuestra dieta (aportan 9 kcal por gramo), ayudan a transportar las vitaminas liposolubles (que se disuelven en la grasa), importantes para el funcionamiento de tu cuerpo. Solo que hemos usado la palabra “grasa” para generalizar toda la comida chatarra cuando en realidad existen grasas buenas y son muy importantes. Estás son conocidas como grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, pues son más fáciles de aprovechar sin que quede circulando por tu sangre, aspecto que provoca otros malestares.

Por otro lado, habrás escuchado o incluso habrás sido parte de las personas que comenzó a tomar leches vegetales, como la de soya, almendras, avellana, o alguna de esas; con el motivo de tener un desayuno más sano. Ten mucho cuidado, ya que en realidad no es leche, en su mayoría estas bebidas están compuestas por agua y azúcar, este último debes evitarlo en tu dieta diaria si no quieres tener problemas de salud.

Otro gran ejemplo de estas alternativas “saludables”, es el yogurt helado, ya que este tipo de postres contiene una gran variedad de ingredientes lácteos y muchos otros ingredientes que contienen azúcar para poder darle un sabor dulce. Resultaría peor si, además, le añadimos chispitas, mermeladas, chocolate, etc.

Ahora, supongamos que sabemos que los postres “saludables” o “light” no son una opción para nosotros, pues realmente siguen teniendo mucha azúcar o calorías; y nos vamos por una opción más natural, llegamos a la tienda y nos compramos una bolsita de frutos secos con semillas. Estamos bien cuando hablamos de que nos generan mucha saciedad, aportan un buen número de grasas beneficiosas y proteínas de origen vegetal. Pero los frutos secos son altamente calóricos y debemos realizar un consumo muy moderado; el problema es que las presentaciones a la venta o la cantidad que comemos no es poca ya que una ración correspondería aproximadamente a unos 30 gramos, lo que sería un problema si nos pasamos y además no hacemos ninguna actividad física en todo el día.

Evita este tipo de productos recurrentes a la hora de la merienda o para saciar un antojo al medio día. Recuerda que puedes apoyarte de alimentación especializada específicos para diabetes, que tienen un buen aporte nutricional sin azúcar, como Glucerna®, que por su fórmula te da una sensación de satisfacción, ayudándote a evitar comer esas botanas que en realidad no son saludables. 

Ya tenemos claro que cuando se trata de diabetes, se puede tomar el control con apoyo de la medicina, ejercicio y una buena alimentación que puedes apoyar con Glucerna®. Aunque, desafortunadamente aún no es curable; con la diabetes tipo 1 y tipo 2 es posible alcanzar niveles de glucosa normales con un manejo adecuado, haciendo cambios en el estilo de vida y/o utilizando medicamentos, monitoreo y muy importante, tener una alimentación controlada, elaborada con real consciencia de la mano de tu profesional de la salud.

Sin embargo, esto no quiere decir que las personas con diabetes no pueden consumir dulces, en realidad pueden hacerlo. Cuando padeces diabetes no tienes que eliminar todos los dulces, solo debes asegurarte de comerlos como parte de un plan alimenticio nutritivo, de acuerdo con la ADA.

La asociación recomienda reservar los dulces para ocasiones especiales y comer una porción muy pequeña. Esto depende mucho de la situación en la que te encuentres y debe ser comentado con tu médico para tener un control más acertado.

¡Bien! Ahora que hemos aclarado algunos de los mitos más comunes de los alimentos, puedes compartir esta información con tus seres más cercanos.

En todo momento y en cada etapa de tu vida, sigue siendo tú.

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